Cada vez más a menudo nos encontramos el salón moderno con un acento de color. De esta forma, los espacios continuos y anodinos en tonalidades blancas y negras han pasado a mejor vida. Para contrarrestar la frialdad que esos espacios podían ocasionar, se introducen toques de color. De esta manera, se logra la personalización del espacio al mismo tiempo que se consigue introducir algo de vida. Así es, el color aporta el movimiento y la frescura necesaria para que una habitación principal como esta cobre vida. No dejes de leer esta entra y descubre la manera más adecuada de introducir un toque diferente en tu salón principal.

Fuente: casaydiseno
Salón moderno: blanco y color
Sin duda ninguna, para un salón moderno, el blanco es el color más utilizado. No cabe decir que este tono nos aporta una gran elegancia y luminosidad al espacio. Por este motivo, a menudo podemos encontrar salones que han sido decorados con color blanco en toda la estancia. Así, no podemos negar su utilidad ni sus ventajas estéticas a la hora de decorar este espacio.
Sin embargo, en muchas ocasiones, este tipo de habitaciones nos ofrecen un aspecto algo impersonal y distante. Por este motivo, muchos invitados se sienten algo incómodos ante la posibilidad de manchar algún elemento o provocar algún problema. Así, abusar de la tonalidad blanca puede provocar la creación de un espacio poco acogedor y nada cálido. Para ello, la mejor solución es introducir un acento de color en la estancia. Así, dotaremos de calidez a la habitación y nuestros invitados podrán sentirse en un espacio más acogedor y cercano.

Fuente: El mueble
De esta manera, el mejor consejo posible a la hora de introducir color en un salón con predominio del blanco es utilizar tonalidades pastel o suaves. Así, no provocaremos una ruptura total del aspecto estético y podremos añadir este último punto diferente. Para ello, podemos ayudarnos de elementos textiles como cojines o alfombras. Además, si nos atrevemos, podremos decorar una de las paredes con este color y añadir así algo más de calidez jugando con el color de las paredes. Sin embargo, no es recomendable excederse. Por este motivo, tanto muebles como objetos de decoración es mejor que sigan la misma tonalidad blanca del resto de la habitación. Añadir un punto de color sin pasarse es el truco para mantener un ambiente adecuado y nada recargado.
Salón moderno: negro y color
El color negro se asocia siempre a un elemento elegante. Por este motivo, los espacios con estas tonalidades suelen ocupar un lugar privilegiado en las revistas de decoración. Sin embargo, sin no tenemos la delicadeza suficiente, podemos convertir nuestro salón moderno en un lugar sombrío y poco acogedor. Así, para solventar este problema, es aconsejable que complementos y objetos decorativos utilicen una tonalidad distinta.
Al contrario de lo que sucedía con el color blanco, el negro pide utilizar colores fuertes y que resalten. De esta forma, los tonos más llamativos como el rojo, el azul o el roja ofrecen mejores sensaciones visuales. Así, el contraste entre los colores nos ayudará con la personalización del espacio.

Fuente: casaydiseno
Salón moderno: diferentes colores
Toma la decisión de mezclar varios colores en el salón es arriesgada… pero valiente. Diferentes colores pueden ayudarnos a conseguir un aspecto cálido, acogedor y divertido para este espacio de nuestro hogar. Así, dependiendo de las dimensiones del mismo, deberemos optar por una u otra decisión. Los tonos suaves nos ayudarán a conseguir luminosidad, mientras que con tonos más oscuros buscaremos un ambiente más íntimo. Si tu caso es el primero, podemos combinar el tono blanco del techo con otros colores en las paredes para que parezca una habitación con el techo más alto.
Para conseguir una mezcla correcta y no convertir nuestro salón en una habitación propia de un circo, debemos tener en cuenta algunas características que nos ayudan de los colores. De esta forma, nos encontramos que podemos corregir, separar, conectar o potenciar la geometría de los espacios.:
Para cambiar la percepción de un espacio largo y estrecho, podemos utilizar un color llamativo al final del mismo. Así, conseguiremos reducir esta sensación de embudo y hacer que parezca más amplio.

Fuente: investincostablanca
En algunas ocasiones, se producen algunos errores en las paredes. De esta forma, podemos llegar a encontrar detalles que no son muy estéticos. Así, cuando queremos mostrar nuestro hogar, tratamos de taparlos de una u otra forma. Para ello, el color es una ayuda muy valiosa. De esta forma, podemos desviar la atención marcando un espacio de la habitación que si nos guste. Así, la imperfección del lado contrario apenas será visible para nuestros huéspedes.
Cuando hablamos de suelos de madera, potenciar su estética con un tono neutro o frío en la pared ofrece grandes resultados. De esta forma, el suelo adquirirá un valor primordial en la decoración de nuestro hogar.
Por último, podemos utilizar el color para realizar una separación visual entre dos espacios.
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